Juan Antonio de Ybarra e Ybarra

19 de octubre de 2015

 

"La España moribunda se irrita con el Cupo Vasco" es el titular de un artículo publicado por un prestigioso diario digital de hace unos días contra los Conciertos Vascos.

El comentarista de ese desafortunado artículo se permite llamar irresponsables a aquellas personas que han vuelto a remover los Fueros del País Vasco y de Navarra, porque según él ya tenemos bastante con un incendio en Cataluña para que se monte otro.

Está visto que no se quiere aprender y reconocer que vascos y navarros somos diferentes por mucho que moleste. Si no queremos que España se convierta en una entelequia hay que admitir que las realidades están por encima de las leyes; unas leyes que hacen los políticos para defender sus intereses y no la de los territorios que permitieron que España existiera como Estado.

Antonio Cánovas del Castillo tuvo mucho miedo de que no se cumpliera con la abolición Foral después de las Guerras Carlistas, porque sabía que los Ybarra, los Chávarri y los Martínez de las Rivas se preparaban para exigir la reintegración Foral plena, pero levantaron el pie del acelerador al saber que Sabino Arana se aprovechó de esa circunstancia para atacar a España. Los Ybarra, Chávarri y Martínez de las Rivas no estuvieron dispuestos a pasar por los ataques a España de Sabino Arana, y sus exigencias ante Cánovas se encaminaron hacia el desarrollo económico y el establecimiento de los llamados Conciertos Económicos para que los territorios vascos recuperaran parte de las facultades de autogobierno que tuvieron antes de la abolición Foral.

Los vascos seguiremos hablando de los Fueros y de lo que nos dé la gana ahora y cuando lo consideremos necesario para preservar los derechos que como tales nos correspondan en virtud de nuestra historia.

El Vuelo de los Halcones, una reciente novela mía, es una llamada de atención, una advertencia para que se respete la verdad de la historia. Si se manipula la historia de los pueblos que permitieron que España existiera, corremos el peligro de que surjan nuevos descontentos y nos encontremos ante graves dificultades de convivencia.